En la granja Rancho El Castillo
tenemos un terreno destinado a la siembra de la milpa. Es aproximadamente una hectárea
de superficie donde se siembra maíz azul, rojo y blanco. Además, sembramos
habas, ejotes, calabazas, frijol ayocote y un poco de flor de cempasúchil. Este cultivo es de temporal (únicamente en
temporada de lluvias) y lo hacemos bajo el concepto de la agricultura
tradicional y orgánica, es decir, la siembra de las semillas se hace manual y
no usamos fertilizantes, herbicidas e insecticidas químicos. Las semillas son
las de las cosechas anteriores y algunas que intercambiamos o compramos a otros
campesinos de la zona que emplean los mismos métodos. El abono que empleamos
proviene de la misma granja: excremento y paja de los gallineros, así como de
los corrales de los borregos. Además, usamos humus de lombriz de nuestra
lombricomposta (lombriz roja de california) que se nutre del excremento de los
conejos y de los borregos. También, ocupamos las hojas de los fresnos que
tenemos en el rancho para la milpa.
La diversidad de las cosas que sembramos nos permite combatir algunas plagas y aporta nutrientes a la tierra. Por ejemplo, las habas y los frijoles ayocotes aportan nitrato de forma natural al terreno que necesita el maíz. Algunas otras plagas la combatimos con métodos orgánicos, como el bicarbonato para modificar el PH y combatir hongos. Algunos insectos que nos visitan cada año también nos ayudan, como es el caso de la Catarina que se come a los pulgones en las habas.
Lo que obtenemos de nuestra milpa está destinado al autoconsumo en la misma granja. El maíz blanco es para los animales y en ocasiones se ocupa para hacer tamales. Las hojas las seleccionamos y las usamos y vendemos para los tamales. El maíz azul es para las tortillas y el rojo lo ocupamos para hacer pinole que vendemos en la Eco-tienda y en el Mercado Alternativo de Tlalpan. Las habas además de consumirlas nosotros mismos, las vendemos secas en estos espacios alternativos.